Despidos nulos: ¿Cuándo un despido puede ser considerado nulo y no solo improcedente?

En España, el despido es una de las situaciones más complejas en las relaciones laborales. Cuando un trabajador es despedido, la ley establece diferentes categorías para clasificar la naturaleza de dicho despido: procedente, improcedente o nulo. En este artículo, nos centraremos en los despidos nulos, que presentan características muy específicas y tienen importantes consecuencias para ambas partes. Analizaremos qué es un despido nulo, en qué situaciones puede darse, y cuáles son las consecuencias legales, con especial atención a las diferencias entre despido nulo e improcedente.

¿Qué es un despido nulo?

El despido nulo es aquel que vulnera derechos fundamentales del trabajador o se basa en causas que la ley considera discriminatorias o ilegítimas. Al ser declarado nulo, el despido queda sin efecto y el trabajador tiene derecho a ser readmitido en su puesto de trabajo en las mismas condiciones que tenía antes del despido, incluyendo la obligación de la empresa de abonarle los salarios que dejó de percibir durante el tiempo en que estuvo apartado de su puesto y hasta su reincorporación (salarios de tramitación).

¿Cuándo se considera nulo un despido?

El artículo 55.5 del Estatuto de los Trabajadores (ET) establece claramente en qué situaciones un despido será calificado como nulo:

Despido por discriminación por razón de género, raza o cualquier otra condición protegida.

Un despido se considera nulo cuando está motivado por causas discriminatorias, tales como raza, sexo, religión, orientación sexual, discapacidad o cualquier otra razón que atente contra la dignidad de la persona. La Constitución Española (CE) protege estos derechos fundamentales en sus artículos 14 y 35, por lo que cualquier acto en contra de ellos está destinado a ser declarado nulo.

Por ejemplo, si un trabajador es despedido por motivos de raza o por su orientación sexual, este despido sería considerado nulo, ya que infringe el derecho a la no discriminación.

Despido como represalia por ejercer derechos fundamentales 

Otro supuesto de despido nulo es cuando se despide al trabajador como represalia por haber ejercido derechos fundamentales. Esto puede incluir, por ejemplo, haber interpuesto una demanda contra la empresa, haber denunciado acoso o haber ejercido el derecho a huelga. El despido por ejercer derechos fundamentales como la libertad de expresión o el derecho a huelga será declarado nulo.

Por ejemplo, un trabajador que denuncia prácticas irregulares en la empresa y es despedido poco después podría alegar que su despido es nulo por haberse producido en represalia por ejercer su derecho a denunciar.

Despido durante el embarazo o baja por maternidad/paternidad

Cualquier despido que se produzca durante el embarazo o la baja por maternidad/paternidad será considerado nulo salvo que la empresa pueda demostrar que el motivo del despido no está relacionado con el estado de embarazo o el ejercicio de los derechos de conciliación.

Esta protección refuerza el derecho a la protección de la maternidad y la conciliación de la vida familiar y laboral, en línea con la Ley Orgánica 3/2007 de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres.

Por ejemplo, despedir a una trabajadora por quedarse embarazada o durante su baja por maternidad será automáticamente considerado nulo, ya que se presume que el despido es discriminatorio, salvo que la empresa demuestre que la causa objetiva del despido no es la situación de embarazo o baja por maternidad de la misma.

Despido en casos de conciliación de la vida familiar y laboral

Aquellos trabajadores que estén disfrutando de permisos de reducción de jornada para el cuidado de hijos o familiares también cuentan con una protección especial. Un despido en estas circunstancias será considerado nulo, a menos que la empresa demuestre de forma inequívoca una causa justificativa. 

Consecuencias de un despido nulo para la empresa

Cuando un juez declara nulo un despido, las consecuencias son inmediatas y, como venimos comentando a lo largo de este artículo, la empresa tendrá la obligación de readmitir al trabajador en su puesto anterior. Además, deberá abonar los salarios de tramitación, es decir, los salarios dejados de percibir desde el momento del despido hasta la reincorporación.

Diferencias entre despido nulo e improcedente

Es importante no confundir el despido nulo con el despido improcedente, aunque ambos supongan que el despido no está correctamente justificado.

  • En el despido improcedente, se produce cuando la empresa no justifica correctamente el despido o no cumple con los procedimientos legales. En estos casos, la empresa puede optar por readmitir al trabajador o indemnizarlo (33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades).
  • El despido nulo se produce cuando el despido vulnera derechos fundamentales o es discriminatorio. No hay opción de indemnización, la empresa está obligada a readmitir al trabajador

¿Qué puede hacer un trabajador ante un despido nulo?

Si crees que tu despido puede ser nulo, es fundamental que actúes con rapidez:

  1. El primer paso es presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) en el plazo de 20 días hábiles desde la fecha de despido. 
  2. Si no se alcanza un acuerdo en esta conciliación, debes presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social, donde un juez valorará las circunstancias del despido y lo calificará como procedente, improcedente o nulo. En este tipo de casos, es fundamental que reúnas todas las pruebas posibles para demostrar que el despido fue consecuencia de una discriminación o vulneración de derechos fundamentales. Los testigos, correos electrónicos, mensajes y otros documentos pueden ser clave en la defensa.
  3. En caso de despido nulo, tendrás derecho a ser readmitido en las mismas condiciones y a cobrar los salarios de tramitación desde la fecha del despido hasta la readmisión.

 

En conclusión, los despidos nulos suponen una protección esencial para los trabajadores frente a situaciones de discriminación o vulneración de derechos fundamentales. Además, ofrecen una garantía adicional para colectivos especialmente vulnerables, como las mujeres embarazadas o aquellos en procesos de conciliación familiar.

Para las empresas, la recomendación es clara: deben extremar las precauciones y asegurarse de que todos los despidos están justificados de manera objetiva y no vulneran derechos fundamentales. 

Conocer las diferencias entre despido nulo e improcedente, así como los pasos para impugnar un despido, es esencial para garantizar una correcta defensa en el ámbito laboral. Si te encuentras en una situación de despido y sospechas que puede ser nulo, es esencial que busques asesoramiento jurídico especializado cuanto antes para proteger tus derechos.